Encargo 5
Observación Etnográfica
Una Especie Extranjera
Aunque mucho nos gusta contar historias no sé si alcanzamos a contarles una completa ... mejor será que les contemos sólo un pedazo del relato que compone la Vega Central de Santiago. Preferimos quedarnos a contarles sobre una de las especie que habita este ecosistema. Son una especie introducida pero que logró adaptarse a su nuevo ecosistema de forma lúdica y compleja. En este nuevo espacio cumplen diferentes tareas; desde su función inicial en el planeta, que es rodar por los pasillos de compra a través de la fuerza suministrada por un cliente, en este caso un casero/a, hasta hacerla de bodega o cama.
Comenzamos la observación de estos sujetos/objetos en un puesto de gran colorido, donde en un rincón, justo en frente al tránsito de la gente una señora, de chaleco rojo, que cualquiera de nosotros podría llamar anciana, desgranaba con sus dos manos, las habas de dos sacos blancos, que estaban delante de dos recipientes metálicos, quienes reciben una a una las habas desgranadas. Esta acción parecía detenida en el entorno ajetreado de la vega estaba suspendida o invisible, se repetía sin detenerse. Su técnica para pelar las habas muestra su expertis y habilidad. La vemos conversar con el vecino del puesto, no detiene por ningún segundo lo que está haciendo. No cambia su postura. No levanta la mirada. Conversa despacio y sigue pelando las habas. Muchas veces pareciera que los demás no la escucharan. Por lo único que levantó su mirada, fue con un par de jóvenes que llegaron a preguntar algo al vecino. Pero, no dejó de pelar los habas.
Esta acción silenciosa nos hizo reparar en otros espacios detenidos, a unos pocos metros de la mujer había un carro que hacía de puesto de venta,contenía distintos elementos como termos con agua, cajas con café, azúcar y algunos tipos de snack, la vendedora no se encontraba en el lugar. Al encontrarse solo el carro como el desgrane de las habas estaba en silencio. Era un carro completamente detenido con el mundo pasando a su alrededor. Él estaba ahí sin un vendedor, la gente se acerca pero mucha más gente pasa sin advertirlo.
Este sujeto/objeto provenía de un lugar llamado Líder, lo que se logra inferir por la marca impresa en su manilla. Pasa largo rato en ese lugar sin moverse pero nos permite notar que hay más como él, distintos carros comienzan a aparecen en nuestro recorrido, por lo que nos propusimos hacer un pequeño recuento y caracterizar alguna de sus conductas. Varios de los carros de supermercado cumplen la misma función que en su tierra de origen por lo que se los puede ver acompañando a los clientes en sus compras, y reunidos en fila en el estacionamiento esperando por un nuevo cliente, todos ellos proveniente de muchos lugares distintos (logramos constatar la presencia de carros del: Lider, Tottus, Acuenta, Mayorista10, Hommy, Santa Isabel, Homecenter). Otros muchos son vitrinas para los vendedores, acogiendo los brócolis, las lechugas o las naranjas en su interior, lo que deja ver el producto y como logramos ver también permite a los vendedores llevarlo para reponer de forma más fácil. Algunos de estos carros que son vitrinas han sido despojados de sus ruedas por lo que permanecen siempre echados y fijos en el puesto para el que exhiben los productos. De las funciones usuales de ver también fuera de la vega. Antagónico a estos carros que hacen de vitrina hay quienes habitan en los pasillos, como bodega, como basureros o simplemente en el abandono.
Ante tantos carros activos e inactivos, habitados y deshabitados decidimos volver al silencioso carro que inició todo el recorrido, que nos llevó desde la puerta hasta el estacionamiento. Volvimos a la entrada oriente de la Vega Central, el carro ya no estaba pero la señora continuaba en el mismo lugar desgranando las habas.
